Últimamente escucho bastantes noticias relacionadas con casos de acoso escolar y aparecen anuncios, tanto en la radio como en los periódicos, que advierten de esta realidad. Que ahora se quiera dar a conocer este acoso no significa que tiempo atrás no existiese.
En una situación de acoso escolar entran en juego diversos actores: el acosador o los acosadores (en general suele ser más frecuente el segundo caso), la víctima y el entorno de ambos. ¿Por qué el entorno? Dependiendo la tolerancia que presente ante estas situaciones ese grupo de personas que comparte espacio con víctima y acosador, ellas serán las que inclinarán la balanza hacia un extremo que favorezca al agresor o hacia otro que ayude a la víctima. Si el entorno prefiere hacer oídos sordos y no colaborar con la víctima, los agresores continuarán y, ¿hasta dónde llegarán?
Este acoso escolar sucede en las aulas de los centros educativos, como así indica su nombre, no obstante, no se debe olvidar que los adolescentes cuentan con móviles desde que empiezan la etapa de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) con 12 años, y algunos con 11. Que tengan acceso a estos dispositivos puede suponer que los empleen para continuar el acoso, especialmente si disponen de conexión a Internet, como fue el caso siguiente. Tampoco hacen falta móviles, simplemente desde el ordenador de su casa. Por ello, ¿dónde ponemos los límites? Podríamos comparar el caso al de una situación de violencia doméstica que es ejercida por parte de un miembro de la pareja sobre el otro, ¿acaso se da tan solo en el domicilio o es probable que esta conducta repugnante se manifieste en otros sitios también? Lugares que, por cierto, no tienen por qué estar muy concurridos. Salgan a alguna calle de una ciudad (y puede ser bastante poblada) un día no festivo ni de fin de semana a las 3 o a las 4 de la mañana, por ejemplo. Mucho ambiente yo creo que no se encuentran.
http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/alicante/2016/11/17/582d9715468aeb302c8b457e.html
Una vez leída la noticia, ¿podemos seguir considerando esta agresión como acoso escolar? Porque a través de la red el acoso se puede llevar a término a cualquier hora del día. Este acoso se inició dentro de las aulas, o siguió en ellas, y debe considerarse como tal. Incluso si este acoso no se produjese en un centro educativo, por supuesto que, una vez que se diera el caso de conocer uno, habría que tomar las medidas adecuadas. Un acoso se realice en el parque, en la calle, en un colegio… siempre debe ser puesto en conocimiento de la Policía, que posteriormente realizará la investigación pertinente y, por último, deberán tomarse medidas establecidas por un juez contra los agresores.
http://www.elespanol.com/espana/sociedad/20161018/163984512_0.html
En esta noticia sobre otro caso de acoso escolar físico, si se fijan bien, se observan tintes machistas. Según la declaración de la hermana de la niña agredida, a su hermana la llamaban marimacho porque le gustaba jugar al fútbol y, además, se le daba bien. Y estamos hablando de niños entre 9 y 12 años (de 3º a 6º de Educación Primaria). Por otra parte, si llegamos al caso de que el Gobierno de Baleares, el ya ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz y los inspectores del caso concluyen que no hubo acoso y son capaces de fijar el tiempo de lo que ellos denominan forcejeo pues poco más se más puede decir. Ahora yo me pregunto: si el forcejeo duró menos de un minuto y llevado a cabo por 7 menores (según la versión oficial, no la de la familia) y a la niña le detectaron en el hospital una fractura de costilla, un desprendimiento de riñón y contusiones por todo el cuerpo, ¿qué habría sido de ella si llega a durar dos minutos y si los implicados hubiesen sido 12 (como afirmaba la familia)?
Y si hablamos de los profesores, ¿qué se debe hacer con esa actitud que omite este acoso, quizás por no entrar en problemas o por las razones que ellos crean oportuno argumentar? ¿Creen que es reprobable? ¿Cómo se podría solucionar? Porque en la última noticia, según la versión de la familia, el patio del recreo no estaba siendo vigilado por profesores. De todas formas, si desde el colegio afirman que sí que estaban presentes, ¿cómo no pueden ver a un grupo de 7 o 12 niños (depende de la versión que adopten) pegando (o forcejeando) con otro? ¿O a lo mejor piensan que es un juego divertidísimo y por eso prefieren no interrumpirlo? ¿Qué quieren que les diga? No me creo que, si estaban presentes, no se percatasen del panorama. Y me parece vergonzoso, por supuesto, que no hayan tomado cartas en el asunto. Bueno, perdón, la expulsión de 3 días a unos niños y 5 días a otros. Un castigo ejemplar. Quizás alguno lo aprovechó para jugar un poco más en casa en vez de tener que madrugar e ir a clase. Por otro lado, ¿qué medidas han tomado los padres de los acosadores contra sus hijos? Porque esos padres también desempeñan aquí un papel muy importante. ¿Toleran el acoso al que ha sometido su hijo a un compañero o le reprochan su comportamiento y tratan de corregir esa conducta?
En estos casos de acoso víctima generalmente suele encontrarse en una edad de adolescente, (aunque no siempre pues 8 años tenía la niña de Baleares) y, por tanto, esta etapa es complicada ya que se está desarrollando la personalidad y encima se busca el apoyo en personas externas al núcleo familiar. Y esto sin saber si el núcleo familiar tiene algún problema más grave que una simple discusión a la hora de comer por un hecho intrascendente. Esto aún complica más atajar el problema porque, ¿el acosado se atreve a contar su situación? Yo creo que rara vez y, si lo hace, es cuando ha pasado un tiempo considerable desde que estos actos contra su integridad psicológica, física o ambas, se vienen sucediendo.
De este problema debemos de ser conscientes como de tantos otros y, por supuesto, si tenemos conocimiento de que alguien puede estar sufriéndolo, debemos ponerlo en conocimiento de las autoridades competentes en la materia. Pero igual que el acoso puede ser escolar, también se puede dar en el trabajo, entre los miembros de una familia, entre los miembros de una comunidad de vecinos…en un montón de sitios. Y, por supuesto, yo creo que todas las partes en él implicadas deberán responsabilizarse, esto es, el agresor y aquellos que han permitido que esta situación continúe avanzando hasta llegar al límite en el cual, por determinada circunstancia como puede ser una crisis de ansiedad, se termine descubriendo.
B.
Comentar tu magnifica entrada daría para otra completa. Simplemente me gustaría apoyar tus argumentos aportando que se pone demasiado el foco en castigar a posteriori y no en la prevención. Alguien decidió que enseñar a los niños a ser buenos ciudadanos y, por tanto, compañeros era adoctrinar. Amen del problema de que ahora resulta que ser políticamente incorrecto es genuino y una seña de identidad que se refuerza con la publicidad cada día. Periodistas y medios de comunicación enfatizan un mensaje agresivo, basado en un teórica (y falsa) libertad de expresión. Algún día nos preguntaremos «cómo hemos llegado a ésta situación».
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