Ya expliqué en publicaciones anteriores que la Fonética se encargaba también de la percepción de los sonidos. Como bien sabéis, mediante el oído podemos escuchar aquello que nos está transmitiendo nuestro interlocutor. No obstante, ¿sabéis cuál es la anatomía de nuestro oído?
El oído se puede dividir en tres secciones: oído externo, medio e interno. A continuación, explicaré cada una de ellas.
- OÍDO EXTERNO
–PABELLÓN AUDITIVO: se encarga de “recoger” la onda sonora y llevarla hacia el interior del oído.
–CONDUCTO AUDITIVO EXTERNO: mide unos 25 milímetros de largo y tan solo tiene 8 milímetros de diámetro. Es muy pequeñito, como veis.
Ahora vais a leer un párrafo extraído del Tratado de Fonología y Fonética Españolas1 de A. Quilis (lo encontraréis en las referencias) de las páginas 124 y 125 sobre el conducto auditivo externo:
Este conducto acústico [o auditivo] externo actúa como un resonador, que refuerza las ondas sonoras que coinciden con sus frecuencias de resonancia: aproximadamente entre los 2500 y los 4000 cps [ciclos por segundo]. En estas frecuencias, la presión del sonido que llega al tímpano es de dos a cuatro veces mayor que la presión con la que entró en el conducto acústico externo; la sensibilidad del oído mejora así notablemente en esta gama de frecuencias. De este modo el oído puede captar sonidos que por su debilidad no percibiría si el tímpano estuviese situado en el mismo pabellón auditivo, donde comienza el conducto acústico externo.
- OÍDO MEDIO
El sonido que ha llegado al oído medio se va a transformar ahora en vibraciones mecánicas. ¿Y quién hace esta transformación?
–TÍMPANO o MEMBRANA TIMPÁNICA: es una membrana pequeña, delgada y un tanto rígida. Su forma es de cono con un diámetro de 1 centímetro y una superficie de unos 0,8 centímetros.
El tímpano percibe las vibraciones que le llegan. Cuando son bajas frecuencias, la membrana timpánica vibra por completo. Sin embargo, cuando llegan a ella sonidos de altas frecuencias tan solo vibran ciertas partes de la membrana. ¿Y dónde se transmiten estas vibraciones? A la cadena de huesecillos para que estos las “pasen” al oído interno.
Por último, habéis de saber que el oído medio protege de los sonidos muy fuertes al oído interno. ¿Cómo consigue esto? Pues resulta que el tímpano tiene un músculo tensor y cuando detecta más presión sonora de la cuenta, entra en acción y hace que el tímpano sea más rígido. De esta forma el tímpano no vibra tanto ante los sonidos cuya frecuencia es excesivamente elevada ni los amplifica.
Por cierto, el tímpano se encuentra en “una caja”. Esta caja está cerrada por los huesos del cráneo pero tiene una pequeña abertura. ¿Dónde? Pues está abierta hacia la faringe por la trompa de Eustaquio.
–TROMPA DE EUSTAQUIO: mide entre 40 y 50 milímetros. Comunica el oído con la cavidad orofaríngea y su función es equilibrar la presión del aire del oído medio con la presión del aire que hay en el exterior. Gracias a esta acción la membrana timpánica puede hacer bien su trabajo.
–CADENA DE HUESECILLOS: comunican el tímpano con la ventana oval. A través de esta cadena se transmiten las vibraciones a la ventana oval. Hay tres huesecillos: martillo, yunque y estribo.
El martillo es el primero de la cadena de huesecillos. Este se desplaza sobre el yunque y, finalmente, el yunque se comunica con el estribo, el tercer huesecillo y el que está en contacto con la ventana oval del oído medio, gracias a la apófisis lenticular que tiene en su parte inferior y que lo enlaza con el estribo. La apófisis lenticular es, en realidad, una parte del yunque. Es más, podemos definir una apófisis como la parte saliente de un hueso que permite que se articule sobre otro o se una a un músculo.
- OÍDO INTERNO
–VENTANA OVAL: recubre a la cóclea. Cuando le llegan las vibraciones que le transmite el estribo, la ventana oval también vibra.
–LABERINTO ÓSEO: en su interior hay un liquidito, la perilinfa. En esta perilinfa tenemos otra estructura flotando, el LABERINTO MEMBRANOSO.
–LABERINTO MEMBRANOSO: no iba a ser menos que el óseo y también tiene un líquido en su interior, lo que pasa que en este caso se llama endolinfa.
Este laberinto es un poco complejo y, por lo tanto, tiene varias “estancias” en su interior. En primer lugar, hemos de saber que se divide en laberinto posterior y anterior. Por eso, vamos a ver cada uno de estos un poquito más a fondo. Antes de continuar os tengo que explicar que el laberinto posterior es el encargado del equilibrio y el anterior, de la audición. Después de estos datos, continuamos “descifrando” estructuras.
–LABERINTO POSTERIOR: posee células ciliadas y, por ello, esos cilios le permiten detectar los cambios en el espacio, la velocidad, aceleraciones y deceleraciones… Esto genera impulsos nerviosos que se transmiten al sistema nervioso central gracias al nervio vestibular. ¿Qué “esconde” el laberinto posterior?
* VESTÍBULO: estructura que posee los receptores para el equilibrio. Y, a su vez, el vestíbulo está formado por:
** SÁCULO
** UTRÍCULO: este es súper importante porque contiene los CONDUCTOS o CANALES SEMICIRCULARES (anterior, lateral y posterior). El utrículo es, ciertamente, quien contiene las células encargadas del equilibrio.
*NERVIO VESTIBULAR: se sitúa a continuación de los canales semicirculares. Se encarga de transmitir impulsos nerviosos.

En esta imagen podéis ver el tímpano (la membrana que está a la izquierda del martillo -la estructura en rojo-), la cadena de huesecillos (el martillo, el yunque y el estribo). A esto le sigue la ventana oval, la cóclea, los canales semicirculares y los nervios vestibular y auditivo.
–LABERINTO ANTERIOR: ¿os suena el caracol del oído interno? Pues el CARACOL o CÓCLEA (nombre que voy a usar a partir de ahora en este artículo) se halla en el oído interno. ¿Cuál es su función? Interpretar los sonidos que escuchamos, es decir, “descifra” su frecuencia y su intensidad (más adelante hablaré sobre ello y os enlazaré la publicación).
–CONDUCTO SÁCULO-COCLEAR DE HENSEN: comunica la cóclea con el sáculo del laberinto posterior.
LAS TRES PARTES DE LA CÓCLEA
Porque claro, la cóclea siendo tan importante, no podía tener una estructura muy sencilla, no, ella quería llamar la atención de alguna manera. Vamos a estudiarla un poquito más a fondo.
–RAMPA VESTIBULAR: contiene perilinfa. Se comunica con la rampa timpánica gracias al HELICOTREMA el cual se sitúa en el extremo de la cóclea.
–CONDUCTO COCLEAR o RAMPA MEDIA: contiene endolinfa y también “esconde” al ÓRGANO DE CORTI. ¿No sabéis lo que es? Pues es una estructura que posee células ciliadas. Gracias a estos cilios, el órgano de Corti es un mecanorreceptor, es decir, recibe los impulsos mecánicos que le llegan gracias al movimiento de los cilios. Es muy importante en la audición. En el órgano de Corti encontramos la MEMBRANA TECTORIAL y cuando a ella llegan las ondas sonoras (ya siendo impulso mecánico), actúa sobre los cilios de las células del órgano de Corti. De esta manera se producen polarizaciones, despolarizaciones y repolarizaciones para, posteriormente, enviar estímulos nerviosos a través del nervio coclear auditivo. Este se une al nervio vestibular y todos los estímulos nervios pueden llegar, de esta forma, al sistema nervioso central.
–RAMPA TIMPÁNICA: contiene perilinfa.
ALGUNA COSA MÁS
–MEMBRANA DE REISSNER: se sitúa entre la rampa vestibular y el conducto coclear.
–MEMBRANA BASILAR: sobre ella se encuentra el órgano de Corti. Esta membrana está entre el conducto coclear y la rampa timpánica.
De momento, esto es todo por hoy 😀 Espero que os hayan quedado claras las estructuras del oído y, ya sabéis, cualquier duda o sugerencia me las podéis hacer llegar a través de los comentarios o bien mandarlas a la siguiente dirección de correo electrónico: belenriescoblog@gmail.com. ¡Ah! Recordad que, si tenéis una cuenta en la red social Instagram, siempre podréis visitar la mía y, quién sabe, quizás también os apetezca seguirme a @literatura_y_lengua.espanolas .
¡Hasta la próxima!
B. Riesco – En Español©
REFERENCIAS
Stanford Children’s Health: Anatomy and Physiology of the Ear. Recuperado de: https://www.stanfordchildrens.org/en/topic/default?id=anatomyandphysiologyoftheear-90-P02025
Escandell Vidal, M. V., Marrero Aguiar, V., Casado Fresnillo, C., Gutiérrez Rodríguez, E., Polo Cano, N. y Ruiz-Va Palacios, P. (2014): Claves del Lenguaje Humano, Madrid, UNED
Sanagustín, A. (30/09/2013): Anatomía del oído. Recuperado de: https://www.albertosanagustin.com/2013/09/anatomia-del-oido.html
Sanagustín, A.: Anatomía del oído humano. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=PekQpZ8nfBs
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