¡Buenos días! ¿Recordáis que hace una semana comenzamos a hablar de María de Zayas? Pues bien, la entrada de hoy completa la anterior.
La obra de María de Zayas y Sotomayor apenas ha sido estudiada. Cabe recordar que la mujer en el siglo XVII no tenía relevancia social, sin embargo, María de Zayas defiende en sus obras la libertad de las mujeres, así como sus derechos.Quien sí ha dedicado horas a sus obras ha sido, fundamentalmente, Edward B. Place y todo ello lo ha recogido en el libro María de Zayas, an Outstanding woman short-story writer of Seventeenth Century Spain (citado por Senabre, 1963). Ahora bien, siguiendo a Senabre, el estudio que realiza Place concluye que las novelas de Zayas carecen de originalidad; sin embargo, pese a que sí que son claras las influencias de otros escritores en algunas de sus creaciones, no sucede esto con todas ni por ello significa que no sean originales. Por ello, Senabre decide centrarse en la obra El jardín engañoso incluida en las Novelas amorosas ejemplares de María de Zayas y contrasta sus anotaciones con las de Place. Este último argumenta que esta obra, El jardín engañoso, guarda estrechos parecidos con el libro II de la Diana enamorada de Jorge de Montemayor y con El patrañuelo de Timoneda. Por su parte, Senabre no está de acuerdo con Place y argumenta que, desde su punto de vista, esta obra de Zayas está influida por Las novelas a Marcia Leonarda de Lope de Vega. Una de las características que diferencia a Zayas de Lope es que la primera “suprime lo que estorbe a la marcha real de la acción”, a diferencia del segundo (Senabre, 1963). Recordemos, además, algo que indiqué en la entrada anterior sobre María de Zayas y es que Zayas había conocido a Lope de Vega y algunas de sus obras habían sido inspiradas en las creaciones de Lope.
La primera parte de sus Novelas amorosas (mencionadas en el párrafo anterior) se publica en 1637. Y estas Novelas amorosas incluyen no solo El jardín engañoso, sino también La burlada Aminta y venganza del dolor, Desengaños amorosos o El prevenido engañado. Por ejemplo,en Desengaños amorosos muestra a mujeres sumisas a los dictámenes de su época y al papel que la sociedad les ha asignado. Sin embargo, en El prevenido engañado Zayas muestra un componente erótico explícito, concretamente el erotismo femenino. Otra de las características de su obra es que en ella plasma juegos intertextuales que indican el conocimiento que ella tenía sobre la tradición satírica grecolatina y vernácula (Schawartz, 1999) y sus personajes femeninos incluían, en muchas ocasiones, la forma de pensar sobre determinados asuntos de María de Zayas.
Ahora pensad en la época de finales del siglo XVI y el siglo XVII. La mujer formada intelectualmente en esa época suscitaba desconfianza, ¿por qué? Porque únicamente se asignaba a estas el papel de ser humano sumiso, silencioso, casto, piadoso, obediente… Y esto también lo muestran algunos tratados renacentistas (Schwartz, 1999). Por otra parte, la sociedad del Renacimiento diferenciaba a dos grupos: dominante y dominado. Esta distinción no solo se basaba en la clase social, sino también en el sexo. En este caso, María de Zayas pertenecía a la clase dominante por lo que a su estamento social se refiere, no obstante, era del grupo dominado por su sexo. Como se puede advertir, en su obra Zayas invierte los discursos dominantes, es decir, estos son asignados a mujeres que, por razón de su sexo, pertenecen al grupo dominado. Por tanto, no solo anima a las mujeres a tomar los discursos dominantes, sino que, al menos, ella pretende que se superen dos de los tres atributos que la sociedad imponía a las mujeres: silencio y obediencia. El tercer atributo era la castidad. Además, la mujer debía conocer que era un ser humano autónomo, capaz de pensar y actuar por sí mismo. Curiosamente, la Contrarreforma predicaba todo lo contrario sobre el papel femenino y cómo este debía ser representado en la sociedad (Solana, 2010).
Finalmente, solo se conoce una obra teatral que fue escrita por Zayas, Traición en la amistad. Según Alessandra Melloni esta obra teatral se escribió entre 1618-1620; sin embargo, Susan Paun de García la data entre 1630-1635 (Paun de García, 1988). Esta obra se divide en tres jornadas: la primera presenta el conflicto, la segunda desarrolla el enredo y la tercera, el desenlace. Los personajes que en ella aparecen son, principalemnte, 4 galanes y 4 damas, además de un gracioso y una criada. No obstante, en algunos momentos incluye algún personajes más mientras avanza la acción. Se puede clasificar como una comedia de enredo y su argumento principal es el engaño que ocasiona el conflicto amoroso y los efectos que esto puede tener sobre la amistad. Asimismo, el amor es el contrario de la amistad y del honor. No obstante, en ocasiones se mezclan más de lo deseado los conflictos secundarios con la trama principal. Como puntos positivos destacan el buen sentido de lo cómico de Zayas, el rápido desarrollo de la acción y, por tanto, esta comedia de enredo se presta a la representación (si bien es cierto que sería recomendable eliminar algunas escenas más lentas). Por el contrario, la obra da un tratamiento poco concreto a la moralidad, se encuentran pausas abruptas e inesperadas, así como complicaciones que no son pertinentes ni aportan gran cosa (Paun de García, 1988). Esta obra no consta que fuese representada ni en la esfera pública ni en la privada.
Ya concluyo la entrada refiriéndome a su última época, aunque no hay apenas datos. La crítica (como Amezúa) se ha planteado que pudiese haber ingresado en un convento de clausura pues tenía una gran devoción por la Virgen María Inmaculada. Se ha especulado que en su obra Desengaños (incluida en las Novelas amorosas) desprendía gran pesimismo y este podía ser debido a una frustración amorosa. Esta misma frustración sería la responsable de la decisión de recluirse en un convento. A esto se une que Desengaños fue escrita cerca de la década de los 40 del siglo XVII, momento en el que apenas se conocen ya datos de María de Zayas. Pero críticos como Montesa no se decantan por esta frustración amorosa, ya que una mujer madura como era entonces Zayas no habría asimilado una frustración amorosa de igual modo que cuando era más joven. A pesar de esto, Montesa no descarta la hipótesis de que ingresase en un convento. Otro crítico como Eduardo Rincón opina que en Desengaños mostraba un artificio literario que nada tenía que ver con su realidad vital.
Respecto a su muerte poco, o nada más bien, se sabe. Serrano y Sanz publicó dos testamentos de María de Zayas, el primero de 1661 y el segundo de 1669. No obstante, no se encuentra relación entre estos testamentos y lo que realmente pudo pertenecer a la escritora y que dejaría en herencia (Montesa, 1979).
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Letras en español – Belén Riesco©

REFERENCIAS
Montesa Peydro, S. (1979) : Texto y contexto en la narrativa de María de Zayas. Tesis doctoral. Mención honorífica en el Premio Nacional María Espinosa. Madrid (España): Gráficas Maravillas
Paun de García, S. (1988): “Traición en la amistad de María de Zayas”en Anales de Literatura Española, núm. 6. España: Universidad de Alicante.
Senabre Sempere, R. (1963): “La fuente de una novela de doña María de Zayas” en Revista de Filología Española, vol. XLVI, nº ½
Schwartz, L. (1999): “Discursos dominantes y discursos dominados en los textos satíricos de María de Zayas” en La creatividad femenina en el mundo del barroco hispánico: María de Zayas, Isabel Rebeca Correa, Sor Juana Inés de la Cruz, vol. I, pp. 301-322
Solana Segura, C. (2010): “Las heroínas de las Novelas amorosas y ejemplares de María de Zayas frente al modelo femenino humanista” en Lemir 14, pp. 27-33