A pesar del título, comenzaré con un apunte gramatical. To be es un verbo en inglés que puede ser traducido como ser o como estar. Ciertamente, es un verbo que genera confusión cuando ha de traducirse, pues los estudiantes en más de una ocasión están un poco perdidos. Pongamos un ejemplo:

Ella es feliz

Ella está feliz

Gramaticalmente son oraciones simples perfectamente construidas. Puede usarse tanto un verbo como otro; sin embargo, tómate unos segundos para buscar la diferencia semántica entre ambas. ¿Cuál crees que es? Una vez tengas tu conclusión, continúa leyendo.

En efecto, el verbo ser suele utilizarse (así, como apunte teórico general) para expresar estados permanentes. Por el contrario, el verbo estar se emplea para referirse a estados que pueden cambiar. Por tanto, si ella es feliz, podemos deducir que su vida en general es satisfactoria y eso genera ese estado continuo de felicidad. No obstante, si ella está feliz, podemos inferir que es una felicidad momentánea, no necesariamente de un día, pero algo que no va a ser sostenido durante un buen periodo de tiempo. Y ahora te pregunto: ¿tú eres o estás feliz?

Si somos objetivos, la vida no siempre va a mostrarnos una única cara de la moneda, pues habrá momentos que estén colmados de felicidad y otros, por el contrario, tendrán a la tristeza de protagonista. Pese a esto, y desde mi punto de vista, considero que el balance ha de ser positivo y vivir una vida con sentido estés en el estado momentáneo en el que estés te va a permitir usar el verbo ser con el adjetivo feliz.

¿Entonces, en qué quedamos: soy o estoy feliz? Considero que no importan tanto las emociones particulares de cada momento y hay que mirar ese balance. Si ese balance tiene como resultado un crecimiento y progreso en tu camino (vida), para mí eso constituye la felicidad. Y lo mejor de todo es que cada uno puede construir su propia definición del término y aplicarlo a su vida como mejor considere.

Órgano de una iglesia de Arundel (Inglaterra, Reino Unido)

¿Y qué tiene que ver el título del artículo con lo que me estás contando? Verás, he visto bastantes casos en los que una persona asocia su felicidad a su trabajo. Y esto está muy bien… bueno, estaría (tiempo condicional) muy bien si solo tuviésemos que nutrir esta parcela en nuestra vida. Además, ¿acaso tu trabajo ideal va a llegar de la noche a la mañana? Está fenomenal esto de jugar a decidir tu futuro cuando tienes 18 años y después, iluso de ti, pensar que vas a “llegar y besar el santo”, o lo que es lo mismo, acabar de graduarte y tener tu trabajo ideal.

De tal modo que, llegas a ese punto en el cual dices soy abogado, soy profesor o, incluso, soy manager (es que eso de decir jefe debe de sonar un poco “antiguo” en español y preferimos adoptar préstamos, ¿no? En fin, esto es tela para cortar en otro artículo). Y yo te pregunto, ¿realmente eres? ¿Realmente quedas encorsetado en la definición del título de tu trabajo?

No, no creo que seas eso ni mucho menos. Quizás eres eso durante un período concreto de tu vida y después, puedes pasar a ser otras cosas. No tienes por qué estar en el mismo campo laboral toda tu carrera profesional. Y jamás te olvides de que hay vida más allá del trabajo: eres hijo, eres padre, eres profesional en tu ámbito laboral (en ese momento), eres amigo, eres hermano, eres vecino, eres ciudadano, eres una persona a la que le gusta practicar actividad física (y si no lo haces, quizás deberías planteártelo), eres lector, eres viajero (leyendo también se viaja, ¿lo has probado?), eres cantante (aunque sea en la ducha), eres cocinero (peor o mejor, pero dime por favor que ya has empezado a hacer tus pinitos en la cocina), eres pasajero, eres conductor, eres refugio para alguien (y para ti mismo deberías serlo siempre, por cierto), eres cliente… eres muchas cosas y todas introducidas por el verbo ser.

La verdad es que no tengo ninguna explicación gramatical para ello, pero sí tengo una que podría situarse en un ámbito más metafísico: quizás somos tantas cosas a lo largo del día (y, por ende, durante nuestra vida) porque no tenemos asignado un único papel y el ser humano es mucho más que una sola cosa; por ende, un único ser humano es la suma de sus partes. Esas partes pueden subdividirse en grandes grupos: la parte física y la parte mental. Añadiría también que, para algunos como yo, se incluye la parte espiritual (puedes llamarla alma o ese rinconcito que te permite conectar con tu esencia, y no necesariamente ha de estar asociado a ningún credo religioso). Pero dentro de cada subgrupo, hay un conjunto maravilloso de piezas que, cuando todas se arman, construyen ese puzle (completo con todas sus piececitas) que eres tú.

Y aquí te dejo mi última pregunta (que bien podrían ser dos): ¿estás seguro de que todas las piezas, o casi todas, están en armonía y de que has descubierto que eres mucho más que los títulos que tienes o tu carrera laboral?

Ya sabes que puedes enviar cualquier duda o consulta al siguiente correo belriesco@outlook.com . O, si lo prefieres, déjalo a continuación. Finalmente, si estás registrado, puedes dejar tu «me gusta» y compartir, si así lo consideras. ¡Muchas gracias!

Un abrazo,

Letras en Español – B Riesco

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